Exceso de riego en palmeras, ¿cómo evitarlo?

Regadera

El riego es una de las tareas más complicadas que debe de aprender a controlar toda persona que cuide, no solo palmeras, sino cualquier otro tipo de planta. Pero sí que es cierto que nuestros seres vegetales favoritos son especialmente intolerantes -salvo algunas pocas excepciones- al encharcamiento.

Su sistema radicular, en la gran mayoría de casos, no está preparado para estar siempre húmedo, por eso es importante saber cómo evitar el exceso de riego en palmeras.

¿Cuáles son los síntomas de exceso de riego en palmeras?

Chamaedorea en maceta

Todos los seres vivos necesitan agua para poder vivir, pero los extremos son muy perjudiciales: tan malo es regar poco como mucho, pero si hablamos de palmeras, es peor el exceso que el defecto, ya que los hongos enseguida hacen su aparición y pueden causar la rápida muerte de las plantas.

Por ello, es necesario saber identificar los síntomas de exceso de riego, que son:

  • Las palmeras empiezan a amarillear, primero las hojas inferiores (las más viejas) y luego las nuevas.
  • Las raíces se pudren.
  • Si se coge la hoja central y se tira hacia arriba con suavidad, esta sale fácilmente.
  • El suelo se vuelve verdoso por la presencia de algas.

¿Por qué pueden morir?

No solemos pensar en ello, pero el agua está formada por dos moléculas de oxígeno y una de hidrógeno (H2O). En las raíces las palmeras tienen microporos por los cuales también absorben el nitrógeno y, por lo tanto, respiran. El problema del exceso de agua es que, literalmente, ahogamos el sistema radicular impidiéndole coger aire.

Por si fuera poco, un riego excesivo »lava» los micronutrientes haciendo que las palmeras se queden sin ellos. Y eso por no hablar de los hongos oportunistas que aparecen como consecuencia de la debilidad de las plantas. Estos son los que terminan de pudrirlas.

¿Cómo evitarlo?

La manera más eficaz es utilizando un sustrato o tierra que drene bien (algo que podemos conseguir mezclando por ejemplo turba negra con perlita a partes iguales y añadiendo un 10% de humus de lombriz), pero sobretodo comprobando la humedad de la tierra antes de regar. ¿Cómo se hace eso? Hay varias maneras:

  • Con un medidor de humedad digital: lo venden en cualquier vivero o tienda de jardinería. Este indica al instante si la tierra está húmeda o no.
  • Pesando la maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días: la tierra húmeda pesa más que la seca, así que esta diferencia de peso sirve como guía.
  • Con un palo delgado de madera: si al sacarlo sale con mucha tierra adherida, no hay que regar.

En caso de duda, siempre va a ser mejor esperar un par de días más.

Y, ¿cómo recuperar las palmeras que lo han sufrido?

Palmera en maceta

Por experiencia te puedo decir que es bastante complicado. Si las tienes en maceta, debes de sacarlas y envolver el pan de tierra con papel de cocina absorbente y tenerlas así 24 horas, en un lugar seco y protegido del sol directo. Luego plántalas de nuevo en la maceta y trátalas con fungicida que es un producto para los hongos. No vuelvas a regar hasta pasados unos 2 o 3 días.

Por otra parte, si las tienes en el jardín, lo único que puedes hacer es tratarlas con fungicidas y no regarlas hasta que la tierra se seque del todo.

Si te han quedado dudas, no las dejes en el tintero. Pregunta 🙂 .


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