Es una de las especies de palmeras más utilizadas tanto para decorar el interior de la vivienda como para tener el exterior. Es posible que al ver la imagen de arriba pienses que te estoy mintiendo, lo cual es normal. En las tiendas de jardinería y en los viveros venden plantones jóvenes, de metro y medio de altura como máximo, y con unas hojas de un color verde oscuro, pero … ¡esos plantones crecen!, y con el tiempo la kentia, que es así como se conoce, se convierte en una planta espectacular.
Pero no te preocupes: no sólo es muy lenta sino que además posee un tronco muy delgado, de modo que es perfecta para cultivar en macetas (o macetones) durante muchos años y luego pasarla a un jardín, aunque éste sea más bien pequeño.
¿Cómo es?
Taxonomía
- Reino: Plantae
- Subreino: Tracheobionta
- División: Magnoliophyta
- Clase: Liliopsida
- Subclase: Commelinidae
- Orden: Arecales
- Familia: Arecaceae
- Subfamilia: Arecoideae
- Tribu: Areceae
- Subtribu: Linospadicinae
- Género: Howea
- Especie: Howea forsteriana
Howea forsteriana es el nombre científico de una especie originaria de la isla Lord Howe que fue descrita por Odoardo Beccari y publicado en Malesia Raccolta en el año 1877. Popularmente se la conoce como Kentia o Palma del Paraíso.
Características
Es una palmera unicaule muy elegante, que alcanza una altura de hasta 10-15 metros. Posee un único tronco de unos 13cm de diámetro, simple, cilíndrico y anillado, con la base un poco más ancha que el resto del tallo. Su corona está formada por hojas pinnadas, con foliolos horizontales y un poco arqueados, de color verde oscuro. Las flores se agrupan en inflorescencias interfoliares, y está muy ramificada. El fruto es ovoide de color rojo al madurar.
¿Qué cuidados especiales necesita para vivir?
Pues en realidad, mucho menos de lo que en un principio nos podríamos pensar: en interior se debe de colocar en una habitación en la que entre mucha luz natural, mientras que en el exterior será necesario protegerla del sol directo ya que de lo contrario sus hojas se quemarían. Además, hay que regarla no más de 4 veces por semana en verano y cada 4-5 días el resto del año, evitando en todo momento el encharcamiento.
Si la tenemos en maceta, debemos de pasarla a una mayor cada 3-4 años; por otra parte, si queremos plantarla en el jardín podremos hacerlo en cuando se instale la primavera (hacia el mes de abril en el hemisferio norte). Tampoco deberemos de olvidarnos de abonarla durante los meses cálidos con abonos específicos para palmeras siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto, o con abonos orgánicos (guano, bolsitas de té, verduras pasadas -que ya no son comestibles-, cáscaras de huevo).
Y ahora viene lo más interesante: resiste hasta los -5ºC. ¿A que no lo sabías? 😉
Que disfrutes de tu Kentia.