Tanto si eres coleccionista como si no, si eres de los que disfruta viendo palmeras de cierto tamaño más tarde o más temprano deberás de pensar en plantarlas en el suelo. Aunque todas ellas durante su juventud se pueden cultivar en macetas, la realidad es que la mayoría de especies palmeriles van a ‘pedirte’ que las pases a tierra a medio plazo.
En los viveros a veces encontramos ejemplares cuyas raíces, además de ocupar toda la maceta, al hacerlo han gastado los nutrientes. Es entonces cuando comienzan a debilitarse, y a menos que se actúe con rapidez lo más probable es que no salgan adelante. Para evitar esto, es muy importante saber cuándo plantar palmeras en el jardín.
¿Cuándo hay que hacerlo?
La respuesta más corta es: cuanto antes, mejor. Ninguna planta está genéticamente programada para vivir en macetas: su lugar está en el suelo. Centrándonos en las palmeras, ellas llevan unos 140 millones de años evolucionando, y las macetas fueron creadas hace unos 5000 años, durante la época de los antiguos egipcios. Así que, siempre que se tenga oportunidad, las plantaremos pronto en el jardín.
Ahora bien, hay que tener en cuenta ciertas cosas para que no surjan problemas:
Plántalas en primavera
Ya sea a comienzos de estación si vives en una zona con clima cálido o suave, o a mediados si por el contrario suele haber heladas. De esta forma, conseguirás que el clima las ayude a superar la plantación.
Las palmeras han de ser de cierto tamaño
Plantar ejemplares recién germinados no es nada recomendable. Las palmeras a esa edad se confunden con facilidad con la hierba; no en vano, ellas mismas son hierbas gigantes. Además, si por la zona hay animales herbívoros, podrían comérselas. Así que teniendo todo esto en cuenta, lo ideal es esperar a que midan al menos 50 centímetros de altura. Asimismo, tampoco es bueno esperar a que midan 4 metros o más, ya que les suele costar bastante superar el trasplante.
No deben de estar enfermas
A menos que se trate de una plantación urgente, como la que se haría si se comprara un ejemplar medianamente adulto en una maceta en la que lleva demasiados años y en la que ya ha comenzado a mostrar algún signo de debilidad tal como la producción de hojas nuevas cada vez más pequeñas, se plantarán únicamente palmeras que estén sanas, creciendo con fuerza.
¿Cómo hay que plantar palmeras en el suelo?
Una vez que ha llegado el momento de plantarlas, toca saber cómo hay que hacerlo. Lo primero que hay que hacer es elegir dónde plantarlas: como veíamos en este artículo, hay algunas que son de sol y otras que son de sombra o semisombra. Por su propio bien, se requiere conocer este dato, ya que de lo contrario las podríamos perder.
Si hablamos de las raíces, estas no son capaces de hacer daño, pero si se ponen a pocos centímetros de suelos asfaltados, muros, y demás, no tendrán un buen desarrollo. Lo suyo es que se tenga en cuenta el diámetro del tronco que tendrá cada una de ellas cuando sean adultas, así como la longitud de sus hojas. Por ejemplo: las Archontophoenix con un tronco de unos 30-35cm de grosor y unas hojas de hasta 4 metros, se plantarán a una distancia de al menos 5 metros de otras plantas altas. En el caso de que se quieran tener cerca de paredes bajas, bastará con plantarlas a unos 50 centímetros de las mismas.
Paso a paso
Ahora que sabemos dónde vamos a ponerlas, es momento de ponerse manos a la obra:
- Haz un agujero de plantación lo más hondo posible. Aunque la palmera sea pequeña, se recomienda que sea de al menos 1m x 1m.
- Ahora, llénalo con agua y comprueba si tiene buen drenaje o no. Si tarda pocos minutos en filtrarse el agua, es que es bueno; en caso de que tarde horas no será demasiado bueno y te tocará echar una buena capa de perlita, gravilla fina (de 1 a 3mm) o similar.
- Luego, echa sustrato rico en nutrientes, como mantillo (en venta aquí) o sustrato universal de calidad (en venta aquí).
- Después, coloca la planta en el centro, procurando que no quede ni demasiado baja ni demasiado alta.
- Por último, termina de rellenar el agujero y riega un poco para humedecer esa tierra nueva que has echado.
¡Y listo!
Si lo crees necesario, por ejemplo, si es una palmera que está creciendo un poco torcida o si en tu zona sopla el viento con regularidad, le puedes colocar un tutor.
Cuando le notes crecimiento podrás reanudar los abonados.
Espero que te haya sido útil 🙂 .