Las palmeras del género Raphia son de las más grandes que existen. Aunque es cierto que hay algunos Ceroxylon que alcanzan los 50 y 60 metros, y su tronco es muy delgado, por lo que apenas ocupan espacio. Pero para tener alguna de nuestras protagonistas se ha de disponer de un jardín grande, muy grande.
Son una belleza, y como tales son plantas que hacen que el lugar se vea increíble. Además, y como es de esperar, proporcionan una agradable sombra, ya que no solo tienen hojas largas, sino que estas forman una corona bastante poblada.
Origen y características de las Raphia
Se trata de palmeras originarias de las selvas tropicales húmedas de América Central y del Sur, pero especialmente del oeste de África. Alcanzan una altura con troncos (o tallos, mejor dicho 😉 ) de entre los 2 y los 15 metros de alto, con un grosor de hasta 40 centímetros. Este está coronado por las hojas pinnadas más largas de todas las palmáceas, pudiendo alcanzar los 15 metros de largo. Estas están compuestas por 100 o más pinnas o folíolos de 100 a 200 centímetros de largo por 4 a 5 centímetros de ancho, y están al recurvadas.
Son monoicas, y monocárpicas; es decir, producen flores masculinas y femeninas en la misma planta, y tras florecer, al cabo de unos 40-60 años de vida, producen gran cantidad de frutos y se mueren. La inflorescencia es por lo tanto terminal, y enorme: llega a medir de 2 a 5 metros de largo, y está muy ramificada. Los frutos son ovoide-oblongos, de 5 a 7 centímetros de largo por 3 a 4 centímetros de diámetro, y contienen una única semilla con un tamaño algo inferior.
Si hablamos de sus raíces, estas son superficiales, como el del resto de palmeras, pero tienden a extenderse mucho. Asimismo, forman densos neumatóforos (raíces aéreas) sobre el nivel del agua, gracias a los cuales pueden respirar.
¿Cuáles son los cuidados que requieren?
Como decíamos al principio, son palmeras que necesitan mucho espacio, no tanto por el tronco, si no por la longitud de sus hojas. Pero aún y así, hay que decir que es una gozada cultivarlas. Yo misma tuve una, una Raphia australis, y crecía que daba gusto. Por desgracia, no soportó el frío de Mallorca (en mi zona hay heladas débiles y puntuales de hasta los -2ºC).
Así y todo, si vives en una zona sin heladas y dispones de un jardín grande, o si dispones de un patio interior o te apetece tenerla dentro de casa, apunta estos consejos:
Ubicación
- Exterior: semisombra de joven, pero de adulta quiere sol. Lo ideal sería tenerla en un sitio donde, a medida que fuese creciendo, ella misma se fuera acostumbrando al astro rey. Pero eso sí, cuidado con exponerla al sol sin antes haberla acostumbrado, ya que se quemarían sus hojas.
Cuando la vayas a plantar en el suelo, ponla a una distancia de al menos 15 metros de la pared, tuberías, etcétera. - Interior: durante su juventud es preciosa en maceta. Si la vas a tener en casa, búscale una habitación en la que haya mucha claridad, y donde el ambiente sea húmedo (es recomendable comprar un humidificador, o ponerle vasos con agua alrededor).
Tierra
- Jardín: crece en suelos ricos en materia orgánica, y bien drenados.
- Maceta: rellenar con sustrato universal mezclado con perlita a partes iguales. La maceta tiene que tener agujeros en su base por los que el agua salga.
Riego
El riego ha de ser frecuente. Por lo general, se ha de regar una media de 3-4 veces por semana en verano, y algo menos el resto del año.
Abonado
Desde comienzos de primavera y hasta el otoño es aconsejable abonarla con un abono específico para palmeras siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.
Multiplicación
Las Raphia o rafia se multiplican por semillas en primavera-verano. Para ello es especialmente recomendable sembrarlas en una bolsa de plástico con cierre hermético (zip) con vermiculita que se habrá humedecido previamente. Luego, solo tienes que colocarla cerca de una fuente de calor.
Manteniendo el sustrato húmedo y una temperatura de unos 20-25 grados centígrados, germinarán en 1-2 meses, máximo 3 meses.
Rusticidad
No resisten el frío. La temperatura mínima ha de ser de 10ºC o superior, y la máxima de 40ºC. Ten en cuenta que a mayor temperatura y menos lluvias, más agua necesitarán.
¿Qué usos se le da a las rafias?
Aunque no es muy conocida todavía en la jardinería ornamental, lo cierto es que son palmeras muy bonitas, que quedan estupendas alineadas o como ejemplares aislados en los jardines grandes. Asimismo, durante su juventud son también preciosas, pudiendo embellecer mucho los patios y las terrazas, así como los interiores luminosos.
Pero sin duda, el uso que más se les da es a las fibras. De hecho, ¿quién no ha oído alguna vez hablar de la cuerda de rafia? Pero aparte de hacer cuerdas con sus fibras, también se utiliza mucho para hacer sombreros, zapatos, objetos decorativos, y hasta muebles de jardín.
Con la savia se obtiene una bebida, una vez fermentada y destilada. La llaman Ogogoro, pero hay que decir que el proceso de obtención de la savia acaba con la palmera.
¿Qué te ha parecido estas palmeras? ¿Las conocías?