Sabal etonia

El Sabal etonia es una palmera pequeña

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

Cuando pensamos en palmeras nos suele venir a la mente plantas muy, muy altas, de diez o veinte metros, si no más. Lo cierto es que hay una explicación lógica a ello: son muy poquitas las especies que se pueden cultivar en macetas o en jardines pequeños. Afortunadamente, el Sabal etonia es una de ellas.

Su ritmo de crecimiento es lento, pero eso no importa demasiado cuando ves que sus hojas y su porte son una maravilla. Su color verde azulado hace que sea sin duda una de esas plantas que llaman la atención allá donde esté.

¿Cómo es el Sabal etonia?

El Sabal etonia es una palmera nativa de Florida

Imagen – Wikimedia/Guettarda

Taxonomía

  • Reino: Plantae
  • Subreino: Tracheobionta
  • División: Magnoliophyta
  • Clase: Liliopsida
  • Subclase: Commelinidae
  • Orden: Arecales
  • Familia: Arecaceae
  • Subfamilia: Coryphoideae
  • Tribu: Corypheae
  • Subtribu: Sabalinae
  • Género: Sabal
  • Especie: Sabal etonia

Sabal etonia es el nombre científico de una palmera unicaule, es decir, de un solo tronco, originaria de Florida y del sudeste de Georgia que fue descrita por Walter Tennyson Swingle y George Valentine Nash y publicado en Bulletin of the Torrey Botanical Club en el año 1896.

Características

Se trata de una palmera pequeña, que alcanza una altura máxima de dos metros pero que por lo general tiene un tronco subterráneo, lo cual hace que sea considerablemente más pequeña. Tiene una corona de 4 a 7 hojas costapalmadas, cada una con 25 a 50 folíolos de color verde azulado.

Las flores se agrupan en inflorescencias ramificadas, erectas; y los frutos son globosos y negruzcos, conteniendo cada uno una semilla de alrededor de un centímetro de largo.

¿Cuáles son los cuidados que necesita el Sabal etonia?

Si buscas una palmera pequeña y resistente, con un ejemplar de esta especie seguro que vas a disfrutar. Al no crecer mucho, podrás tenerla cerca de la piscina, en patios o terrazas, y por supuesto también en el jardín. No requiere de muchos cuidados, aunque para reducir el riesgo de que surjan problemas, a continuación te explicamos todo lo que has de saber para tenerla sana y preciosa:

Ubicación

El Sabal etonia es una palmera que se ha de cultivar en el exterior, a pleno sol. Aunque es pequeña, se ha de resistir al impulso de meterla en casa ya que normalmente las condiciones que se encontrará dentro del hogar no le permitirán crecer con salud. Aunque tengas una habitación en la que entre muchísima claridad, nunca va a recibir la misma luz estando fuera que dentro de la vivienda, y esa diferencia es clave para que la palmera pueda tener la oportunidad de estar bien.

Tierra

Las hojas del Sabal etonia son costapalmadas

Imagen – Wikimedia/Guettarda

  • Maceta: es aconsejable rellenarla con mantillo y perlita a partes iguales. De todas formas, también te servirá mezclar sustrato universal con perlita o arlita, al 50%.
    Es una palmera que teme el encharcamiento, por lo que es vital que el drenaje del agua sea rápido. Asimismo, la maceta ha de tener agujeros en la base.
  • Jardín: crece en suelos ricos en materia orgánica y bien drenados. En el caso de que el tuyo no sea así, haz un agujero de plantación de 1 metro x 1 metro, y rellénalo con una capa de 40 centímetros de arlita o greda volcánica, y luego con sustrato universal mezclado con perlita a partes iguales.

Riego

El Sabal etonia resiste bien periodos de sequía cortos -de días-, pero no así el exceso de agua. Es por eso por lo que se debe de regar una media de 2 veces por semana en verano, y algo menos el resto del año. Si tienes dudas, mejor no riegues hasta que pasen unos días, pues siempre es más fácil recuperar una planta seca que otra que se ha regado de más.

De todas formas, puedes comprobar la humedad introduciendo un palo delgado de madera y ver si, al sacarlo, se le ha adherido mucha tierra (en cuyo no se regaría) o poca/ninguna. Por lo demás, cada vez que riegues, echa agua hasta que veas que la tierra o el sustrato se ha humedecido bien.

En caso de que lo estés cultivando en maceta, no le pongas un plato debajo salvo que te acuerdes siempre de retirar el agua que sobre tras cada riego.

Abonado

Desde comienzos de primavera hasta finales de verano es aconsejable abonarlo con un fertilizante específico para palmeras, pero combinándolo con un abono orgánico como el guano por ejemplo. Pero ojo: se usa un mes uno y al mes siguiente el otro. NUNCA se han de mezclar, ya que ello provocaría una sobredosis que dañaría seriamente a las raíces poniendo en peligro la vida de la palmera. Por este mismo motivo, se ha de echar la cantidad que indique en el envase.

Multiplicación

El Sabal etonia se multiplica por semillas en primavera-verano. Para ello, quítales la cáscara y límpialas a consciencia con agua para después meterlas en una bolsa de plástico con cierre hermético rellenada con vermiculita previamente humedecida con agua.

Por último, solo te quedará poner la bolsa cerca de una fuente de calor, y donde no le dé el sol de manera directa. Así, germinarán en unos dos meses a una temperatura de unos 20-25ºC.

Época de plantación o trasplante

En primavera, cuando las heladas hayan pasado. Si lo tienes en maceta, pásalo a otra mayor cuando veas que se le salen las raíces por los agujeros de drenaje, o cuando la haya ocupado toda.

Rusticidad

Resiste heladas de hasta los -7ºC.

El Sabal etonia es una palmera pequeña y muy resistente

Imagen – Wikimedia/Krzysztof Ziarnek, Kenraiz

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