La Livistona chinensis es una de las especies con hojas en forma de abanico más populares. Aunque tiene un ritmo de crecimiento más lento que otras especies, necesitando unos diez años para llegar a los 5 metros de altura, su belleza y rusticidad la convierten, sin ninguna duda, en una planta excepcional para todo tipo de jardines. Hasta se puede disfrutar en maceta durante años 😉 .
Por si fuera poco, llega a dar algo de sombra, especialmente de joven, de modo que, al menos durante un tiempo, podrás sentarte bajo sus hojas y protegerte.
¿Cómo es?
Taxonomía
- Reino: Plantae
- Subreino: Tracheobionta
- División: Magnoliophyta
- Clase: Liliopsida
- Subclase: Commelinidae
- Orden: Arecales
- Familia: Arecaceae
- Subfamilia: Coryphoideae
- Tribu: Corypheae
- Subtribu: Livistoninae
- Género: Livistona
- Especie: Livistona chinensis
Livistona chinensis es el nombre científico de una palmera unicaule nativa de Japón, islas Ryukyu y Taiwán. Fue descrita por Robert Brown y Karl Friedrich Philipp von Martius y publicado en Historia Naturalis Palmarum, en el año 1838. Popularmente se la conoce como livistona de China, palma de abanico china, latania (no confundir con el género de palmeras que se llama así), o simplemente livistona.
Características
Se trata de una palmera que puede alcanzar una altura de 12 metros, aunque lo habitual es que no supere los 8-9 metros. Su tronco es liso, relativamente delgado, con un diámetro de unos 30 centímetros. Está coronado por hojas en forma de abanico, de 1 a 1,5 metros de longitud, y compuesta por largos folíolos péndulos, que brotan de pecíolos de hasta 1,5 metros de longitud armado con espinas en la base.
Las flores se agrupan en inflorescencias de alrededor de 1,5 metros de longitud, nacen entre las hojas y son de color amarillo crema. El fruto es esférico a ovoidal, de color verde azulado al madurar y con un tamaño de unos 2 centímetros.
¿Qué cuidados especiales necesita para vivir?
La Livistona chinensis es una palmera preciosa, que puede estar tanto a pleno sol como a media sombra incluso desde joven. Requiere suelos, o sustratos si se va a cultivar en maceta, ricos en materia orgánica, con buen drenaje, pues no le gustan demasiado los encharcamientos.
Siguiendo hablando de agua, hay que regarla unas 3 o 4 veces por semana durante el verano, y cada 4 a 6 días el resto del año. Aprovecha para abonarla durante la temporada cálida con productos orgánicos, como el guano, o con fertilizantes específicos para palmeras siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
No requiere poda, si bien se puede -y se recomienda, de hecho- quitarle las hojas secas con el fin de que se vea más bonita, a finales de invierno.
Si quieres multiplicarla, siembra sus semillas en primavera o verano. Ponlas cerca de una fuente de calor, donde la temperatura se mantenga en unos 25ºC. De este modo, germinarán en unos dos meses.
Para acabar, decirte que resiste hasta los -8ºC, pero de joven necesita algo de protección.