Livistona rotundifolia

El tronco de la Livistona rotundifolia es delgado

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

La Livistona rotundifolia es una de las típicas palmeras que venden en maceta muy pequeña para tener dentro de casa, algo que no deja de ser sorprendente pues es una especie que puede superar con creces la altura de una vivienda común.

Su ritmo de crecimiento es bastante rápido, lo cual sin duda puede ser un impedimento si queremos disfrutar de su belleza juvenil por mucho tiempo. Asimismo, hay que saber que es muy, muy sensible al frío, por lo que no siempre será buena opción cultivarla en el jardín.

¿Cómo es la Livistona rotundifolia?

Vista de la Livistona rotundifolia adulta

Imagen – Wikimedia/Pescov

Taxonomía

  • Reino: Plantae
  • Subreino: Tracheobionta
  • División: Magnoliophyta
  • Clase: Liliopsida
  • Subclase: Commelinidae
  • Orden: Arecales
  • Familia: Arecaceae
  • Subfamilia: Coryphoideae
  • Tribu: Corypheae
  • Subtribu: Livistoninae
  • Género: Livistona
  • Especie: Livistona rotundifolia

Livistona rotundifolia es el nombre científico de una palmera unicaule (es decir, de un solo tronco) originaria de la península asiática de Malaca, y de Java. Fue descrita por Jean-Baptiste Pierre Antoine de Monet Chavalier de Lamarck y Karl Friedrich Philipp von Martius y publicado en ‘Historia Naturalis Palmarum’ en el año 1838.

Sin embargo, desde el 2011 su nombre científico oficial es Saribus rotundifolia. A esa conclusión llegaron los científicos que investigaron el ADN de esta planta y lo compararon con el de las verdaderas livistona. Pero teniendo en cuenta que todavía no es muy conocido, hemos preferido hablar de L. rotundifolia, y dejar este dato escrito a modo de curiosidad.

Características

Es una palmera que puede alcanzar una altura de hasta 45 metros, con un tronco delgado de entre 15 y 35 centímetros de diámetro. Este está coronado por unas 20 a 50 hojas con forma de abanico, y con un tamaño de 90 a 210 centímetros de largo. Presencia de espinas cuando joven, pero no tanto de adulta, en el pecíolo (tallo que une la hoja con el tronco).

Las flores se agrupan en inflorescencias entre el follaje, las cuales miden de 75 a 150 centímetros de largo. Los frutos son globosos a subglobosos, de 11 a 25 milímetros de diámetro, amarillos al principio y rojos o violetas al madurar. Estos contienen una única semilla globosa, de 10 a 13 milímetros de diámetro, y de color marronáceo.

Su ritmo de crecimiento, siempre y cuando tenga luz y calor, puede ser muy rápido. De hecho, es una de las palmeras más rápidas del mundo, pudiendo crecer 2 metros en tres años.

¿Cuáles son los cuidados que necesita la Livistona rotundifolia?

Los frutos de la Livistona rotundifolia son pequeños

Imagen – Flickr/Tony Rodd

Si te animas a tener un ejemplar de Livistona o Saribus rotundifolia, te recomendamos cuidarlo del siguiente modo:

Ubicación

  • Exterior: en el jardín ha de estar en una zona donde de joven tenga sombra parcial, y de adulta sol directo. Por ejemplo, se puede plantar detrás de algún arbusto mediano-alto, como el hibisco rosa de China o Polygala.
  • Interior: la habitación en la que se coloque ha de ser luminosa, y además debe de estar alejada de las corrientes de aire.

Tierra

  • Suelo: crece en suelos ricos en materia orgánica, ligeros y con buen drenaje.
  • Maceta: cultivar con sustrato universal; o bien con mantillo mezclado con un 30% de perlita o similares.

Riego

Se ha de regar de media unas 2-3 veces por semana durante el verano, y algo menos el resto del año. Pero has de saber esto va a depender mucho del clima y de la ubicación. Por ejemplo, una planta en interior necesita menos riegos que una que esté en el exterior; además, en los veranos muy secos y cálidos tocará regar más seguido que en los inviernos húmedos.

Por eso, en caso de duda lo mejor que se puede hacer es comprobar la humedad de la tierra o del sustrato, ya sea con un medidor de humedad digital o introduciendo un palo delgado de madera hasta el fondo.

Abonado

Vista de Livistona rotundifolia joven

Imagen – Wikimedia/Dariusz Kowalczyk // A veces se dejan crecer dos o más plantas en una misma maceta y se venden tal cual, pero la Livistona rotundifolia es unicaule, lo que quiere decir que solo desarrolla un tronco.

Desde comienzos de primavera hasta finales del verano se ha de abonar con abonos orgánicos, como el guano (en venta No se han encontrado productos.) o el mantillo. También puedes utilizar abonos específicos para palmeras, pero es importante que sigas las indicaciones especificadas en el envase.

Multiplicación

La Livistona rotundifolia se multiplica por semillas en primavera, siguiendo este paso a paso:

  1. Primero, se introducen en un vaso con agua durante 24 horas. Al día siguiente, se desechan las que se hayan quedado flotando ya que probablemente no germinarán (aunque otra opción es sembrarlas en un semillero aparte).
  2. Luego, rellena una bolsa de plástico con cierre hermético con vermiculita previamente humedecida.
  3. Después, introduce las semillas en la bolsa, y entiérralas un poco dentro de la vermiculita.
  4. Por último, cierra la bolsa, y ponla cerca de una fuente de calor o en un germinador a una temperatura de 20-25ºC.

Si todo va bien, germinarán en unos 15 a 20 días, pero pueden tardar hasta 2-3 meses. En cuanto veas que les sale la primera hojita, entonces podrás plantarlas en macetas individuales.

Poda

No la necesita. Tan solo hay que cortar las hojas secas.

Época de plantación o trasplante

En primavera, cuando las temperaturas ronden los 15-20ºC de mínima.

Rusticidad

Los ejemplares adultos y aclimatados resisten heladas esporádicas y de muy corta duración de hasta los -1ºC, pero crecen mejor si no baja de los 10ºC.

¿Qué usos se le da?

El tronco de la Livistona rotundifolia es delgado

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

Además de usarse como planta ornamental en interiores y jardines tropicales, tanto las semillas como su palmito son comestibles.

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